Espero que tengas un amigo que tenga la paciencia, confianza y voluntad que tiene mi.
Que no solo se toma el tiempo para enseñarte un idioma, para repetirte las cosas 35 veces de diferentes maneras para que luego te des cuenta, que te manda a buscar algo y tu vuelves con cualquier cosa y en vez de mandarte a la mierda risas y va a buscarlo él, sin antes explicarte lo que necesitábamos.
Que su camino a casa sea desviado más de una vez porque tenías que hacer del papeleo tuyo, que te muestre la belleza de su país como un recorrido turístico, que te haya hecho probar la maravilla de la comida italiana, hay vaya contigo a hacer alguna locura e improvisar un poco.
Espero que todos tengan en el camino a un Roberto que, además de ser un amigo, fue mi jefe, mi compañero, el jefe del equipo.
Sin duda uno de los trabajos que más me costó partir pero con la convicción de haberlo dejado todo, agradecido por la oportunidad y gran persona que encontré.
¡Hasta la próxima Robeee!